Siempre
ha sido mejor morir en Noviembre
Cuando
los senderos verdirojos casi acaban
Y los
huesos han perdido la esperanza
Cuando
los falos de los faunos se han dormido
Y las
moscas yacen ebrias
Ha
comenzado la cosecha de esmeraldas
En este
otoño hirsuto y encorvado
Baja la
luna serpeando caudalosa
Sobre
el rio herido y aduendado