Cuando me desahucien
Nada de titilantes
lamentos
Has de parir para mí,
estrellas
Deja que me anegue de
poesía
De farragosa arena
inhabitada
De nefastas danzas
purpurinas
Sumérgeme en los
licores del imperio
Donde duermen
estruendosos los sentidos
Tu esmérate en
agobiarme de otoños
Y al final deja que mis
gatos me desollen
Para vivir en el tiempo
que duran sus maullidos
Y sonríe…Tu sabes que a
mí la muerte me duro toda una vida.
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